Existen pocos momentos en que uno siente que corre riesgo tu vida. Creo que este martes en la tarde pasé por uno de esos momentos. Afortunadamente ahora recuerdo lo vivido y me acuerdo de las tallas y las cosas que pasan cuando uno esta en una situación límite, pero sin tener que lamentar nada.
El tema es que viajabamos desde Mininco hacia Los Angeles y teníamos información que los caminos estaban con problemas. También sabíamos que la Central Pangue iba a abrir las compuertas de la represa. Por ese motivo es que llamamos a carabineros consultando por el estado de la ruta entre Coihue y Los Angeles, dando positiva la respuesta.
En efecto, durante el camino encontramos todo despejado y sin indicios de agua ni desbordes de rio ni nada. Al acercarnos para crusar el puente La Suerte nos encontramos con la carretera inundada. El agua no llegaba hasta el parachique de la camioneta, por tanto se podia avanzar con algo de cuidado. Llegando al puente notamos que existía un tremendo atasco y no era posible seguir avanzando, por otra parte, un conductor nos dijo que el puente estaba crujiendo y temía que se viniera abajo. A esas alturas el agua había subido muy rapido y chocaba contra las defensas del puente.
Decidimos devolvernos asi que dimos vuelta en U en el puente y comenzamos la marcha. Sin embargo el chofer del auto que iba delante de nosotros estaba paralizado por el pánico y no se atrevía a avanzar. Pasaba entonces el tiempo y el nivel del agua crecía rápidamente. Nos habíamos dado cuenta que ya habían abierto las compuertas en Pangue.
Finalmente el chofer avanza asi que empezamos a seguirlo lentamente durante unos metros, pero en una decisión que todavía no entiendo el chofer se cruza como queriendo hacer un viraje en U y queda atravezado al medio de la carretera. Esto impidió que nunca más ningún vehículo se pueda mover. En esa condición no nos quedó más que esperar como subía el nivel del agua.
Estuvimos alrededor de 10 horas en la camioneta observando como la corriente arrastraba animales, vehículos y esperando que en cualquier momento nos arrastre a nosotros también. Suponíamos que alguien nos vendría a rescatar pero nadie estaba seguro de eso. Despues de 10 horas de estar en la misma situación y viendo como las cosas empeoran sin saber nada, te indica que en ese momento tu vida esta a la suerte.
En la camioneta el agua llegó hasta sobre la altura de la chapa de la puerta y el habitaculo estaba inundado. Cuando se nos apagó el motor supimos que debíamos arrancar de ahí. Salimos por las ventanas del otro lado de la corriente y nos subimos al techo y desde ahí hasta el techo de otra camioneta y luego otra hasta llegar a un bus de pasajeros. Dentro del bus ya pudimos sentirnos más seguros. También vimos con alegría que el nivel del agua comenzaba a bajar.
A las 4 de la mañana llegaron los carabineros a rescatar a la gente del bus (nosotros estabamos atrapados desde las 7 de la tarde). Era un cordón humano de bomberos y carabineros. Caminamos por el agua hasta llegar a un camion tólva. Sobre la tolva esperamos a una retroescabadora que transportaba a la gente sobre la pala y de esa forma llegamos a un sitio seguro donde habían buses que nos trsladaron finalmente a Los Angeles. Llegué al hotel pasada las 5 de la mañana.
Cerca del medio dia volvimos al lugar de los hechos a rescatar las camionetas. Llevamos cámaras fotográficas para inmortalizar de alguna forma lo vivido.
